Cada 5 de mayo se conmemora el “Día Internacional de la Celiaquía”. Esta enfermedad presenta una intolerancia permanente al gluten, el cual es la fracción proteica de 4 cereales: trigo, centeno, cebada y avena.
La celiaquía se presenta en personas que tienen predisposición genética a padecerla, se sabe que aparece con más frecuencia entre miembros de la misma familia. Además, puede presentarse en cualquier momento de la vida desde la lactancia hasta la adultez avanzada.
Se manifiesta a través de diferentes síntomas y signos, según la edad:
En niños: suele presentarse “diarrea crónica” (síndrome de mala absorción), vómitos reiterados, marcada distensión abdominal, falta de masa muscular, pérdida de peso, retraso del crecimiento, escasa estatura, cabello y piel secos, descalcificación, inapetencia, mal carácter o irritabilidad, alteraciones en el esmalte dental, dislexia, autismo, hiperactividad etc.
En adolescentes: dolor abdominal, falta de ánimo, rechazo a la actividad deportiva, retraso en el ciclo menstrual y frecuentemente baja talla comparativa con los hermanos o llamativamente menor en función de lo esperado por la altura de sus padres, retraso puberal, estreñimiento, queilitis angular, aftas recurrentes, anemia ferropénica, cefaleas, etc.
En adultos: osteoporosis, fracturas, artritis, diarreas, estreñimiento, desnutrición, abortos espontáneos, hijos recién nacidos con bajo peso, impotencia, infertilidad, pérdida de peso, anemia ferropénica, caída del cabello, colon irritable, menopausia precoz, astenia, depresión.